Guía sobre soluciones de transporte para personal

El sector ferroviario proporciona infraestructura crucial de la que dependen las cadenas de suministro en los EE. UU. para sectores que van desde la agricultura hasta la construcción. A medida que muchos sectores adoptan una creciente preocupación por la sostenibilidad, se espera que la demanda ferroviaria crezca. Ese crecimiento en sí mismo es uno de los desafíos que enfrenta el sector, ya que la infraestructura de la que depende solo puede manejar cierta cantidad.

La escasez de personal limita seriamente la frecuencia con la que los trenes pueden funcionar de manera segura, así como a la rapidez con la que se pueden cargarse y descargarse. Los requisitos de mantenimiento (para las vías, así como para los propios trenes) ralentizan el servicio. Y los cambios climáticos causan daños y afectan las rutas durante semanas o meses.

Además de todo eso, la programación de trenes es un proceso complejo, incluso si todo lo demás sale bien. Cada ruta de tren debe considerar a todos los demás trenes que usan las vías ese día y qué tan ocupada estará cada estación y centro al que lleguen. Las cosas se complican cuando las tendencias estacionales evitan que la programación sea constante durante todo el año. Las compañías ferroviarias deben tomar en cuenta la temporada alta de viajes para los trenes de cercanías y el auge de la temporada de vacaciones para los trenes de carga. Dado que el sector depende de las vías compartidas, el problema de un solo tren puede tener un efecto de gran alcance.

Las aerolíneas se han enfrentado a sus propios problemas en los últimos años. En muchos aeropuertos, los viajeros se enfrentan a largos tiempos de espera y terminales abarrotadas. Esto provoca estrés en muchas personas, incluso antes de llegar a la puerta de abordar.

Además, una combinación de factores ha llevado a un aumento reciente en las demoras y cancelaciones de vuelos. La escasez de personal, especialmente de pilotos, significa que no solo se pueden programar menos vuelos en general, sino que los reemplazos tampoco son fáciles. Encima de eso, la escasez de controladores de tránsito aéreo impide que los vuelos salgan a tiempo, incluso cuando todo el personal de la aerolínea está presente. El cambio climático también está afectando a los viajes aéreos, lo que aumenta aún más el número de cancelaciones y demoras.

En otras palabras, la experiencia de viajar en avión se ha vuelto más difícil para muchos viajeros, lo que afecta al personal encargado de la aerolínea. El personal trabaja muchas horas en condiciones difíciles. Incluso con las regulaciones recientes que exigen más tiempo de descanso para el personal de las aerolíneas, la fatiga y el agotamiento son grandes problemas.

El sector marítimo aún es un componente importante en la cadena de suministro global. Nature Climate Change informa que los puertos manejan alrededor del 80% del comercio mundial. Ese mismo artículo detalla uno de los mayores desafíos que afecta al sector marítimo en este momento: las interrupciones relacionadas con el clima. Los eventos climáticos pueden cerrar puertos durante días o meses a la vez, causando consecuencias de gran alcance para la cadena de suministro global.

Los cierres por el clima son solo un factor que contribuye a la congestión y demoras portuarios. Los eventos actuales, desde huelgas laborales hasta guerras, interrumpen el funcionamiento habitual en puertos clave. La falta de contenedores ralentiza las rutas, incluso cuando la escasez de personal deja los contenedores en el puerto durante mucho tiempo. Todo esto llegó a un punto crítico en los primeros meses de la situación originada por la COVID-19, causando enormes demoras. Y aunque las cosas se han normalizado un poco desde entonces, las empresas marítimas aún deben vigilar de cerca las condiciones que afectan a los puertos individuales.

En medio de todo esto, las compañías marítimas deben considerar la seguridad de sus tripulaciones. Los viajes marítimos siempre han sido peligrosos, pero el clima extremo, la introducción de nuevas tecnologías y la falta de personal exacerban el riesgo. La investigación de DNV (Det Norske Veritas) encontró un aumento del 9% en los incidentes de seguridad que involucraron a grandes embarcaciones en 2022, además de un aumento del 7% en 2021. Las tripulaciones necesitan una amplia capacitación para manejar los desafíos del paisaje marítimo actual, así como suficiente tiempo libre para evitar el agotamiento.